Lo que sea- PANOPICOS

Estamos en julio de 2021 y las calles de Sevilla parecen que vivan en marzo de 2020. Cuando la siesta se asoma reposando el gazpacho, me reúno con Ale en San Marcos, y sobreviviendo a la olla a presión hispalense, volvemos a ladrar.


Nos sentamos en “El miarma”, es una palabra que Ale lleva tatuada en el brazo y alma pero no lo ha propuesto él. La plaza “Puerta Real”, reúne ya cuando llegamos a dos locos post-siestéicos que están dando color al desértico bar estival. 


Me encuentro con Rosa del Cerro y Gus Bernal, falta Jaime Bayo que a estas alturas debe estar entrando a Sevilla en coche. Ellos son PANOPICOS y hacen música. 


Me he cruzado con ellos en la Escuela de Arte Dramático pero los he conocido a través de Youtube con su primer éxito “Olfato de lobo”: Sevillanía, Expo, bailes coordinados y edición noventera es lo que me cautivó de este grupo y me hizo llevar la etiqueta de Panopiquer


Nos ponemos un poco al día y me comentan que esta misma noche se van a rodar su próximo videoclip “Toca, toca”. Pregunto y repregunto, cual fan, por esta apuesta de nocturnidad y alevosía. Estoy deseando disfrutar de la nueva historia de los Panopicos, y es que este grupo más allá de hacer música, hacen historias audiovisuales y esto me encanta. 


Llega Jaime y de repente, la paleta de colores de la mesa de “El miarma” se recoloca. El azul entra en mi retina como los colores de sus videoclips. Son grupo, acabo de darme cuenta. Se visten y sienten los mismo colores, hacen juego y contrastan con el rojo Cruzcampo de las sillas y esto define muy bien quienes son y qué hacen:


(Voy con la clásica)


-¿Cómo nace Panopicos?


-“Pues nace por aquí cerquita, en estas calles. En la Escuela de Arte Dramático hace unos cuantos de años, cuando estábamos en segundo” - Presenta Rosa


Todo empezó un poco de coña, en mi casa, el día de las notas de segundo. Comenzamos con una letra que hablaba de cosas de escuela y de bromas de amigos y así salió Olfato de lobo”- Sigue Jaime la estrofa.


Una noche de post notas siempre suelen pasar cosas legendarias. Se celebra siempre, el fracaso o el éxito pero hay un final y eso merece celebración. Aquella noche, entre copa y copa, grabaron las primeras letras de Olfato de Lobo que reposaría hasta dos años.


Tras volver de Erasmus y casi con un pie fuera de la escuela, deciden que quieren volver a retomar esto. Creen que es necesario cambiar las letras y sacarla de las bromas internas pero manteniendo su esencia, así que se bautizan como “Panopicos” en honor a la mujer que les alimentó durante casi cuatro años. Todos aquellos que pisaron la escuela pisaron “El cucharas” y entienden que decidir si quieres pan o picos con el menú a veces parece una decisión de vida o muerte. 

De esa manera, y sin ella saberlo, Reyes, la regente del establecimiento de comida para llevar, bautiza al grupo que nace en Pascual de Gayangos. A partir de entonces, deciden grabar el videoclip y tomarse más en serio esto.


“La verdad que ese primer videoclip fue una prueba, no estaba muy pensado, está grabado por trozos y en épocas diferentes” -Ríe Rosa contando algún fallo de raccord con su pelo.


“La verdad que no pensamos que fuera a funcionar tanto cuando lo sacamos y ver cómo a la gente le gustaba era lo que nos animó a seguir.”- Comenta Gus


Pero el COVID se plantó de por medio. Desde casa cada uno rescatan alguna letra o melodía que tenía en la recámara y deciden grabar “Sayonara” en la distancia.  ¡Benditos móviles! (pienso yo) Ese grupo de whatsapp tenía que ser la centralita del paro en plena pandemia (por cierto, #Zéntrense)

De manera telemática arman un videoclip lleno de colores, montaje dinámico y voces armonizadas a distancia. Arduas tareas de selfies, insonorización de espacios en armarios y otras tantas aventuras, son las que patrocinan este segundo tema de los Panopicos, lleno de despedidas y declaraciones de intenciones. 


-¿Cómo están vinculadas vuestras canciones a la imagen?


“Yo creo que nuestras canciones se tienen que ver con el vídeo, no sólo hacemos música”- Dice Jaime


“Nosotros ante todo, somos creadores y es muy importante para nosotros cómo la imagen va unida a nuestra música, las historias que contamos o las sensaciones, todo a través de nuestros vídeos”- Completa Gus


Firmo todo esto que dicen porque siento que su música se eleva en el momento que los vemos a ellos en imagen y nos muestran esa teatralidad vinculada siempre al humor. 


“Nuestras canciones también son nosotros, por eso tenemos muchas ganas de tener un concierto  y probar esto que hacemos en directo con ese punto de teatralidad”- Cuenta Rosa


Creo en ese atractivo, en ellos con su esencia y su energía, y creo que verlos en directo será una experiencia musical a la par que teatral que todo humano que quiera disfrutar un poquito más de la vida debería probar a ritmo Sayonara o Toca Toca. 



“Trabajamos mucho por temática. Pensamos un tema del que queremos hablar y nos adentramos en él. Empezamos hablando de Sevilla, después en cuarentena jugamos con lo que teníamos, en verano hicimos “Lo que sea”,  en Navidad, por el Día de Andalucía…”- Me explica Rosa



“Lo que nos interesa es a partir de una idea entrar en un universo y  eso lo hemos ido aprendiendo en cada vídeo. Lo hemos ido probando. Con En Hollywood es donde más hemos trabajado eso- Comenta Gus


Me rindo al trabajo de En Hollywood en todas sus formas: música, arte, montaje y belleza. Cuando ví este trabajo entendí un poco más la esencia de los Panopicos y es “hacer lo que nos salga del alma” defendiendo el mantra con el que me taparé toda la vida: “hacer mamarracheo pero bien hecho”


“Nosotros sabemos cuál es nuestro rollo pero nos abrimos a otras posibilidades, por ejemplo, En Hollywood usamos instrumentos en directo cuando normalmente hacíamos solo sonidos electrónicos. Las letras y temas también vamos trabajando según se nos ocurren pero siempre manteniendo nuestro estilo. De hecho, muchas veces que nos hemos puesto más serios hemos dicho: “por aquí no… hay que meterle otra cosa”- Comenta y ríe Gus.


Tienen mil y una anécdotas de grabar los temas y videoclips, haciendo todos de todo. Desde luego, son creadores, porque de pocos recursos sacan creaciones dignas de platós de California. Siento que se entienden los tiempos muy bien, se conocen, se divierten y tienen el mismo sentir de lo que hacen, el mismo objetivo: jugar. 


Me cuentan que el mayor impedimento que sienten a la hora de crear no son las infraestructuras si no el tiempo. Me quedo escuchando esta interesante reflexión que me cuenta Rosa.


“Para nosotros lo peor es que nos cuesta compaginar horarios, cuadrarnos para grabar, porque realmente cuando nos juntamos las ideas fluyen de forma muy organizada y encontramos la forma de hacerlo”


Pienso en esto, en cómo nuestras ganas y creatividad nos empuja a seguir haciendo lo que queremos sin necesidad tener infraestructuras económicas, lo que una vez más, me hace pensar:


¡Pues qué cosas se harían con dinero!


“Pagarnos, pagar todo el trabajo que se hace”- Dice Rosa


Entonces de nuevo pienso en la fortaleza del artista y su verdadero deseo de crear. Eso lo que lo mueve y de alguna manera pienso que eso es otro tipo de fortuna. 


Les pregunto con quién tocarían ya estén vivos o muertos. (Me refiero a los otros, no a ellos,  aunque Jaime acabe muerto en todos los videoclips)


Pensativos y de manera independiente suena Rafaella Carrá, Rapahel, Bowie, Martirio... Pensamos en conjunto y siento la necesidad de featuring con Amigos de Gines o alguna pureza que nos represente. Jaime sueña con un coro, escolanía o similar y yo ya estoy visualizando ese vídeo. 

Siempre piensan en buscar algo de contraste, algo nuevo, un mundo donde meterse por lo que pregunto:


-¿Cuál es vuestro sonido?


Me hablan de que son pop electrónico pero me repiten entre risas que también son de lo que vaya viniendo. Hablan del grupo como un constante aprendizaje sin corsé y donde las letras y los universos que crean es lo que les da las pistas de cómo será el sonido o la inversa. 


“Con Toca Toca lo hemos tratado como un tema. Cuando terminara todo este tema de la pandemia queríamos celebrar, salir, hacer todo lo que no se podía y con Toca Toca hemos querido expresar precisamente eso, celebrar”- Rosa


“Cuero, carne, noche es lo que queríamos llevar ahora a escena”- Apunta Gus y yo muero de ganas de ver esa historia audiovisual lleva de perversión.  



-¿Creéis que el panorama de Sevilla está cambiando a nivel cultural?


“Si, bueno… yo creo que se están haciendo muchas cosas. Programaciones nuevas, eventos… están saliendo también grupos potentes de música…” -Comienza Jaime


“Si, está tomando fuerza grupos fuertes como Califato, Derby Motoreta….hay mucho movimiento y  cada uno en su estilo, a nosotros nos anima a seguir- Sigue ahora Rosa


“En Sevilla hay mucho talento y muchas cosas pero no hay industria y eso es lo difícil. Yo sueño con que Sevilla sea el verdadero Hollywood y que de aquí no nos tengamos que ir, porque hay mucho”. 


Abrazo las últimas palabras de Gus como si fuera alguno de los tatuajes identitarios que lleva Ale y sueño con ser una galán y brillar en el Pumarejo o El Museo. Sueño con que el talento se premie, la creatividad se valore y los proyectos con cero presupuesto no sean un supuesto sino una excepción que comentar. 


Los Panopicos me han llenado de efervescencia la tarde veraniega con sus colores, sus anécdotas y buen rollo. Me hacen volver a ver que la pasión y el compromiso con el arte tiene otras formas a las institucionales. Me hacen ver que el juego es parte del hallazgo y que tener un equipo que comparta los mismos tiempos aun sin estar a tiempo, es la clave para crear. 


Estoy deseando verles en directo, sentir al otro/a bailando esta celebración musical y avivando la escena de Sevilla con cosas nuevas, con este peta zetas musical que nos recuerda que en la vida hay que estar un poquito más vivos y pasarlo mejor. 


Me despido de ellos y trato de imaginar cómo será la jornada nocturna de rodaje zombie en un bosque perdido. De vuelta camino mirando la Expo en lejanía o paseo por la calle del adobo pensando en ese primer tema. 


Esa misma noche, cuando los Panopicos estarán armando un plano imposible en la nocturnidad, me tomo una tapa en un bar y al traer el salpicón de marisco el camarero me pregunta:


-¿Pan o picos?


Me río y contesto:


-“Lo que sea"


Al final trajo los dos, así que todo bien, el pan y los picos van bien con todo. 

Nieve Castro

@nievcas



Caluroso julio en Sevilla con Jaime, Gus y Rosa


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Fotografías de Alejandro Márquez

www.alejandromarquez.es




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