Si quieres que algo se muera, déjalo quieto- CARLOTA BERZAL

 

MOVIMIENTO 0

Estoy en la autopista, aunque me siento en el infierno rodeada de camiones que son el huracán. Me paralizo, hay poco movimiento en mí. Hay poca reacción, y fuera hay mucha. Muchísima. He vuelto a las clases del coche, esta vez será. O no. Después de mi parálisis y con los músculos moviéndose a ritmo de breakbeat (“breibi”) quedo con Carlota. La Berzal sale del gimnasio con el músculo cargado, pero de otra manera. De esa manera de disfrute que tiene la gente que mueve sus músculos de manera voluntaria.

MOVIMIENTO 1

Vamos a tomar algo, para charlar, para ponernos en la carne de perras artistas. El Nata y Fresa está cerrado. Esa cafetería rosa y blanca que yo creía que olía a fresa cuando pasaba con mi madre yendo al zapatero o a comprar las lonetas blancas del curso, está cerrada. Sin horarios, sin tiempos. Ya no está, pero se mueve. Se mueve en otro salón de té. Otro salón, sin ser rosa y blanco y sin ese olor a fresas. Ha desaparecido como otros comercios del barrio que ahora se mueven como otros tantos comercios entre hoteles, cafés "modernetes" o "todos a cien".

MOVIMIENTO 2

Caminamos al Pelícano, Carlota rueda la bici. Mientras, hablamos sobre modelos de mascarillas y el poder de imaginación que genera en nuestras mentes las caras de los otros, ahora que somos como animales esponjas sin boca ni estómago. Llegamos al Pelícano. A la plaza. Allí aún se puede volar.

MOVIMIENTO 3

Nos sentamos, nos paramos,  pero acaba de comenzar la coreografía con Carlota Berzal. No sé cómo definirla, porque siento que si lo hago la coarto. Ella habla de artista escénica. Me gusta ese término porque anima a descubrir, a no preguntar mucho y tan solo a escuchar.

Carlota lía cigarrillos y verdaderamente, me sigue pareciendo un arte que la gente sea capaz de hacer esas cosas mientras habla.

“Me ha costado aceptar mis etiquetas” - Dice Carlota

Me encanta que hablemos de esto porque siento que es el lastre de todos los artistas: definirse, mostrarse en un modo, encuadrarse. Me dice que ella tardó en aceptar que es bailarina, "porque ser bailarina no tiene una única forma", o que es autora, productora o distribuidora. Prefiere decir: "soy actriz".

Creo que es, quizá, porque una actriz a veces y muy a menudo, necesita serlo todo, o quizá porque ser actriz es una expresión que prevalece más allá del actuar y aparece en todo lo que haces.

Hablamos sobre parecer pretenciosas, o parecer supervivientes. Recapacito en la necesidad de sobrevivir en la precariedad y cómo ahí, nacen otras tú. Otras Carlotas performers, escritoras, activistas o pianistas.

La artista escénica siempre lo fue gracias al profesor de alternativa la religión, con el que hacían cortos, actuaban o escribían historias. Me abstraigo por segundos en la idea de la fuerza de la enseñanza, más allá de las tablas de multiplicar y los complementos directos. Pienso en la apertura de mundos y las ganas de soñar que un profesor/a puede enseñar y en la dificultad, ahora, de aunar en sus ojos toda una voz inspiradora. 

Carlota siempre tuvo claro que algo se movía. De madre actriz y padre audiovisual creo que ser ingeniera hubiera sido el detonante de una historia de Netflix.  Entra en la escuela de Arte Dramático sin saber muy bien por qué, y me da la sensación que con esa pureza de ser. Con el verdadero y único objetivo que tendríamos que tener en la vida: estar, probar.

En esta etapa, compagina el conservatorio de danza con la escuela de arte dramático. No paró, lo tengo claro. Su cuerpo también lo tuvo claro y su mente, aún más pero la artista escénica estaba donde quería estar. En estos años de movimiento entre la danza y la actuación, ha vivido en Finlandia, ha habitado sus calles, las ha actuado haciendo de Helsinki escenarios de asfalto. Han nacido sus primeras creaciones. Vuelve para terminar los estudios a Sevilla. Se gradúa y ese mismo día, a su amiga María y a ella le dicen que su viaje escénico continúa en Chile con una beca de creación. MÁS MOVIMIENTO

A partir de entonces, Sudamérica será su segunda o primera casa, parte de su mitad. Carlota me habla de la dualidad, de lo que es, en lo que convive constantemente, con lo que convivimos, esa tensión entre dos. 

Mi abuelo era franquista y el otro campesino.  ¿Cómo no vamos a tener una dualidad todos? vivimos en eso. Todos vivimos de dos partes, en la dicotomía”

Después de Chile, Argentina. Y siento que viaja cada vez que el acento se le va con un “Fue una etapa muy linda”

Me habla de una apertura, de un despliegue. Argentina como abanico de colores, de formas. Allí trabaja a full time. Durante cuatro años saca sus piezas adelante, reestrena con elenco argentino, baila con otras compañías y toma sopa en casa con bailarines internacionales y profesionales que admira. Me habla de la horizontalidad, de la amplitud de Buenos Aires, de su teatro social no enfocado a una élite sino accesible, cercano y variado. De repente, pienso que quiero estar en la Plaza de Mayo tomando mate y diciendo texto.

La artista escénica se ha movido en estos años desde que estrenó Todo lo que no soy. Me dice que esa obra fue un buen entrenamiento para ella, para ahondar en lo que no es, todo lo que se establece que debe ser una actriz.

“Yo empiezo la obra diciendo: Hola, Soy Carlota y tengo 19 años. La semana que viene podré decir en un escenario: Hola Soy Carlota y tengo 28 años y eso me parece precioso”. 

Es maravilloso que siga viajando y trayendo a los tiempos lo que es.

Me da la sensación que es la obra que más la define porque Carlota no sabe lo que quiere ser pero sí tiene claro lo que no quiere ser. El ser llegará, mutará, y en otros caso no, pero transformará el tiempo.

Se ha liado otro cigarrillo mientras me habla de su obra (Pienso en los imposibles) Siento que es un artista multidisciplinar con el papel y el habla.  

La miro a los ojos dulces y se ve que las obras de Carlota tienen su mirada.

“Yo hablo mucho de lo que vivo, de lo que me ha rodeado”

Entiendo que nos enfocamos en determinados temas porque tenemos entrenada la mirada en determinados aspectos. Porque nuestra realidad está supeditada a lo que nos rodea.

Está trabajando con Cristina, una chica en silla de ruedas con la que experimentan el movimiento y cuentan “Anoche no pude dormir porque…”  ahora mismo la tienen en resguardo pero dice que han estado trabajando todo este tiempo con muchas ganas y ánimo. Veo la motivación de descubrir la posibilidad dentro de la aparente imposibilidad  y me parece muy lindo.  (Estoy viajando a Buenos Aires y no me doy cuenta)

“La belleza de lo deforme, ahí es verdad”- Dice la artista escénica

Me parece que hablar de eso le pirra. En sus talleres como docente trabaja desde eso.

“A mí me encanta ver cómo se mueve un cuerpo de 60, de 70 años, un cuerpo con una prótesis, cómo baila un cuerpo que sólo se mueve con el cerebro”

Un cuerpo pienso. Somos esos, cuerpos sin más. Cuerpos que se mueven y ya. Para qué más ¿no? cuerpos para estar.

El/La COVID le ha frenado la actividad pero no el movimiento. Tendrían que haber estrenado MI BANDERA,  una nueva creación que mueve con Lorena Ávila y Ro Menéndez.

“No habíamos trabajado nunca juntas pero nos unimos, y con las niñas todo fue fácil. Conectamos y todo salió"

Me cuenta que Mi bandera nace a través de ver las revueltas chilenas, viendo como amigos sufrieron la carga policial, viendo amigos independentistas. Pensaba en su bandera, en qué es, qué representa.

“Todo es político, el teatro es político. No creo en el teatro que no es político que no hace pensar al otro. Sin memoria no tenemos cultura”

Y así nace Mi bandera, reflexionando sobre conceptos como bandera, patria, fiesta o fiera. A las niñas las para la COVID pero no les para el movimiento. Han estado currando online, han reformulado la propuesta, han creado material transmedia.

Me interesa cuando me dice que ella cataloga sus obras según su pulsión.

“Me cuesta decir qué es teatro, qué es danza, qué es performance. Mi bandera por ejemplo, la titulo a través de la danza. Simplemente porque su pulsión primera fue por el movimiento. No fue a través de textos como en otros casos.”

Me hace recapacitar sobre los límites del teatro. ¿Qué es teatro?  ¿Qué es performer? ¿Qué es danza? Me gusta que me cueste establecer límites porque siento que entonces nos estamos moviendo y eso es vida.

Le pregunto cuál es su bandera. Me dice que su bandera es su cuerpo, lo que es, lo que está, porque eso no va  cambiar

“Mis ideas pueden cambiar, pero yo voy a tenerme a mí.”

Le gusta y me gusta que la bandera que aparece en la obra es un palo de fregona con tela. Me parece tan representativo que no precisa de más. Mi bandera es una obra que mezcla símbolos. Puede ser una salve rociera alienígena o puede aparecer la palabra invasión.

Los ojos de la artista escénica son dulces pero veo garra, esa garra de fiera que protege y que devora, que lucha y que no espera. Me encanta eso. Que no pone etiquetas, que cree en el trabajo. Hablamos sobre la necesidad de dar cabida  las “nuevas” compañías emergentes. Es muy difícil ubicarse, ampliar, entrar. Por eso se mueve, se cambia, se va y se queda. Carlota me da ganas, de agitar banderas, de poner mi cuerpo. La veo fiel a lo que es, como su perro Curro que nos ladra desde la ventana, como una perra que se deja la carne.

Tengo ganas de verlas, escuchar la heroica voz de Lorena, el movimiento de Ro y la mente de Carlota. Van a seguir, van a ondear banderas, van a darnos buenos aires nuevos a nuestra ciudad.

Nos despedimos.


MOVIMIENTO 4

Ahora camino, no voy en el coche, así que me muevo, y de igual forma, siento que la gente y la calle se siguen moviendo como autopistas a las 7 de la mañana. Entonces pienso en la necesidad del movimiento, de adaptar la marcha, de cambiar el ritmo, de moverme y de buscar banderas con nosotras como mástil, de agitar la escena y reetiquetar las cosas.

 De igual manera, en el caminar, también siento la necesidad de sacarme el putito carné ya.

Nieve Castro - @nievcas

Primeros de octubre con Carlota en El Pelícano


"Lo mismo con las canciones, los pájaros, los alfabetos
Si quieres que algo se muera, déjalo quieto."
Movimiento- Jorge Drexler

Sitio web:  www.carlotaberzal.es 


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