Perras que paren y aman- LA RARA
Mi madre es profesora y los martes por la tarde tenía (y tiene con sus
64 años) reunión por la tarde. Los hijos e hijas de las profes comíamos en el
cole y jugábamos, nos ayudábamos con los deberes.Era mi día favorito de la
semana.
En el aula de 2º de E.S.O, que era la más grande, nos
juntábamos y jugábamos al comecocos de papiroflexia que nos decía con cuántos
años nos casaríamos, cuántos hijos tendríamos, de qué color sería el traje de
novia o el lugar de viaje de novios. Estoy hablando de los 2000 y siento que
estoy hablando de los 60.
Según el comecocos retrogrado, en estos momentos
tendría que estar casada, viajada y con 4 hijos. Me río.
He viajado, con novio y sin novio, me he casado en el
teatro y doy clases a niñas. Las realidades son reales según cómo se miren, cómo
nos miren.
Miro a Rocío y a Julia, las miro en el Gallo Rojo. He
llegado tarde, y es que el comecocos no me avisó que con 28 años no tendría
coche, ni casa en Sevilla ni que las cosas se complican algún sábado pandémico
por la mañana.
Me he sentado con “La Rara”, son: Julia Moyano y Rocío
Hoces. Las he conocido con y sin bebés, con y sin trabajo, con el pelo rizado y
liso e imagino que con y sin ganas en algunos momentos.
Me miran y sonríen, como siempre hacen, encalando el
aire e invitándome a respirar. La última vez que las vi, las vi por una
pantalla esta cuarentena para ver “Si yo fuera madre” versión virtual. David, Julia y Rocío quisieron que su obra estrenada en enero de
2020 no quedara. Le insuflaron vida porque creen en la reencarnación, en la
adaptación y el cambio. Ayudadas por Álex Peña y La Suite, metieron el teatro
en nuestras casas creando una verdadera experiencia audiovisual alejada el
streaming teatral.
Nos hemos sentado para hablar de “Si yo fuera madre” el
primer proyecto como “La Rara”. Se trata de una compañía que han inaugurado
para un lenguaje plural y colectivo, para poner en escena la vida, es decir,
también lo político, afirman.
Su obra comienza diciendo “Si yo fuera madre no podría estar aquí”. Me paro en esa frase y pienso: “Es verdad. “
Me paro. Ellas paren y no paran.
Rocío me dice que desde que fue madre hace 11 años, le
cuesta ver a madres en ensayos, en escena. Ve a padres. Pienso, hago un breve
recorrido y reconozco ese pensamiento en los espacios que
he habitado como intérprete. Es verdad.
“Si yo fuera madre” nace de la necesidad de hablar, del
deseo de establecer diálogo sobre la maternidad, de lo que supone el antes, el
durante y posterior hallazgo de vida. Julia y Rocío no se conocían, se veían por la calle. Deshinchaban sus
tobillos de embarazadas en paseos por el barrio y se miraban en la lejanía como miras a la ex
de tu ex, que en realidad crees saber quién es pero no tienes ni idea de cómo
es.
Animadas por hablar de lo que les pasaba a ellas, a sus cuerpos y a sus mentes en el momento que deciden ser madres y supongo. que en un afán de desafiar los límites profesionales, proponen a David, el ex, el dramaturgo, crear sobre ello. De esa manera, David pone en relación a los 5 (David, Julia, Rocío, Lucas y Julieta) y ponen en escena la maternidad.
Lucas y Julieta aún no saben que van a actuar en Teatro
Central, que van a recordarnos la viveza que ocurre en el escenario. En los
verdaderos escenarios.
Julia y Rocío dejan de lado la película de Antena 3
donde la ex odia a la ex, y nos dan el verdadero mensaje de sororidad que muy
día a día necesita esta sociedad. Tenían algo que contar juntas, tenían un
universo pleno. Por ello, se alinean y el amor viaja más allá de lo que pudieran contarnos
“Streisy, Hannah y Kevin” en la
sobremesa de las cuatro. Y es que “Si yo fuera madre” habla de esto: habla del
amor, en todas sus formas y sin ser ninguna de ellas,. Habla de como el amor sigue,
se convierte y rebuzna luz para abrazar el acto teatral.
Esta obra tiene una puesta en marcha común pero una
dirección marcada por Julieta y Lucas.
Los verdaderos directorxs de esto, que han conformado la forma final de un discurso reivindicativo.
“Los peques han ido marcando los tiempos. Son los
verdaderos dramaturgos. Nosotras seguíamos sus tiempos, sus hallazgos. Ellos
eran los que marcaban el desarrollo de esta creación”- Rocío
Me parece bello ver a niñxs en escena, siendo, sin ser
protagonistas ni monos de feria. Niñxs que
comparten con sus madres. Niñxs
que no actúan. Ellxs comparten escena, juegan. Esto incomoda o agrada, cada uno que se afecte por lo que ya sabe que
lo hará y sea honesto con lo que es y quiere ser. Yo animo a que mire, observe
y de verdad, vea lo que es compartir, lea la denuncia y viva el disfrute.
“Los peques no salen en el virtual, el tema pantallas
no lo contemplamos. Es estresante para ellos y no es una cuestión de que aparezcan
por aparecer, en el teatro toman espacio, pueden compartir con nosotras”- Dice
Julia
Siento que ellos están presentes en la escena, en el
teatro, porque son parte de este dispositivo, son la
muestra de vida. Veo más niñxs en parques con (p)madres en pantallas que
niñxs y (p)madres jugando en el escenario. Entonces, es cuando siento que “Si
yo fuera madre” está haciendo algo bien. Mucho bien.
Hablamos sobre la maternidad, cómo está supeditada a un
rol, a una etiqueta “¿Qué es ser madre?” “ ¿Qué hace una madre?” Pensamos más
en la acción de una madre que en una madre siendo. Una madre no deja de ser
persona. Una madre baila, folla, llora, duerme poco, trabaja, hace de todo un
poco y de muy poco lo hace todo. Todo ello es lo que mueven Rocío y Julia en
escena, es lo que mueven en sus vidas porque su propósito es no parar de hacer
lo que desean. Son madres pero son Julia y Rocío, son las hermanas de, las
parejas de, las amigas de, las actrices en, las bailarinas en. Son.
Hablo con ellas y pienso en la maternidad. En lo lejos
que la pienso aún sintiéndola probablemente cerca, porque pienso en todas esas
condiciones óptimas que se supone que deben ser o tienen que ser para crear
vida, pero sobre todo, para mantenerla.
El comecocos debería tener un apartado de “trabajo estable”, “salud
emocional” y “sociedad respetuosa”.
Julia me habla del deseo que tenía por ser madre. Me
resulta apasionante y valiente ese deseo.
“Yo tenía muchas ganas, no quería alejarme de ese
deseo. No quería tener que elegir entre mi profesión y el deseo por dar amor a
mi hijo/a”- Dice sonriendo y moviendo las manos del pecho hacia fuera como si
la energía se le fuera por las yemas. Pienso en Yerma.
A Julia le pudo el amor. Julia hizo que esas
condiciones se crearan y Lucas llegó.
Me habla de que el miedo vino después en la crianza ¿Y
ahora qué?
“No nos han enseñado a entender cómo nos sentimos
después, cómo nos comportamos después, qué hacemos después. Cómo llevamos la
crianza y nuestra vida, cómo tenemos nuestra vida en la crianza”- Julia dice.
Las dos hablan con mucho amor de ser madre, de entender
la vida de madre como un compartir, como no tener que elegir. Hablan de
disfrutar de todas las etapas que da esa maternidad. Las siento lejos de la
queja aunque seguro que los suspiros llegan cuando tratan de compaginar. (Ahora
entiendo los suspiros de mi madre, esos suspiros que todavía se escuchan en la
cocina) Creo que gana el disfrute.
Siento que su deseo no ha cesado después de haber parido, que continúa la
energía por todo su cuerpo.
Me fascina el proceso de gestación de “Si yo fuera
madre” porque hablan de reposo, de charlas eternas, de compartir experiencias,
de encuentros con otras mujeres, de ensayos marcados por ritmos de bebés y
porque en todo momento, hablan de transformación y adaptación escénica y de
vida. Me cuesta ver eso en muchos procesos: sea por tiempo, por dinero o por
cualquier otra cosa que nos empuje a estrenar.
Creo que ese proceso es lo que ha sembrado
que esta obra rebose verdad y de nuevo, salga la palabra amor ampliando la
palabra relación y familia y desafiando el protocolo “anti-ex”.
Odio la palabra ex. (Preposición: “Que fue y ya no lo
es”) Es horrible ¿no? que manera de
dejar a un lado una parte que fue. Ellos siguen siendo: David, Rocío y Julia.
Siguen siendo en caminos diferentes y cuando se miran, están ahí. Creo que hay
que estar ahí con lo que fue, y con lo que he sido, pero estar ahí. De esto habla también “Si yo fuera
madre”, de que la fuerza de los deseos es lo que nos hace elegir caminos.
Suena en el Gallo Rojo “Harvest moon” y Julia sonríe al escucharla.
“Mira lo que está sonando”- Le dice a Rocío
Las dos sonríen y siento que estoy en una escena de “Si
yo fuera madre”. Neil Young está presente en esta autoficción plural de la que
habla “La Rara” y que creo que es lo que da brillo a estas nuevas dramaturgias
que están impregnadas de verdad y de ficción. Nos transportan a un mundo donde
nosotras elegimos qué es real y qué no y eso es ¡una fantasía!. Quizá porque
estamos en una sociedad educada en la elección y en el voyeurismo, adentrarse
en las autoficciones me parece que es lo que más nos conecta, nos acerca y nos
empatiza. Es entonces, cuando el teatro habla del público y el público habla
del teatro.
Durante esta cuarentena han seguido acercando su
movimiento, han creado redes, han invitado a cafés virtuales para que otras
mujeres hablen de sus experiencias maternas o no maternas, han creado
virtualmente y han seguido moviendo su pieza. Por lo que “Si yo fuera madre”
vuelve a Sevilla dentro de la programación CINTA de TNT, adaptando su horario
pero con la fuerza de las que continúan. Después, les espera Extremadura, la MAE
Muestra Ibérica de las Artes Escénicas. Me dicen que va ser el primer viaje en
furgoneta, con las sillitas y
seguramente sonando todo un hilo musical infantil en la carretera. Noto que les
encanta compartir esa experiencia con sus hijxs.
Tienen ganas de moverse, de que la obra conozca otros
espacios, otros lugares, porque este no es un discurso único sino plural, que no
solo habla de ellas. Habla de otras mujeres, de las que parieron, de las que no
pudieron parir, de las que las obligan a parir… Tienen muchas ganas de seguir
investigando sobre ello. Afirman que esta no es una “obra de mujeres” o un
“obra de madres”. Esta obra está hecha para todxs, porque todxs somos hijos de
y porque habla de algo más allá de la maternidad o del amor.
Pienso en que todo el mundo tiene una madre. Aunque no
la conozca, aunque la viva en un tía, en una amiga, en una hermana. Todo el
mundo tiene una madre, porque es el inicio. La maternidad es un volcán, una
bomba que expande su onda y nos golpea día a día para recordarnos de dónde venimos,
porque nuestra familia nos construye. Me dicen que en este proceso de madres y
de obra, han sabido reconocer muchas grietas, han sabido mirar atrás, han
sabido entender a la familia y me parece mágico ese viaje, porque nuestros ADN
hereda todos los miedos, todos los gritos, todos los silencios, todas las risas
y también todo el cariño.
Ahora estoy con mi madre en el Citroen,“el
cuatrolatas” lo llamábamos. Pienso en la de veces que nos llovió de camino al
cole. Pienso en los tuppers, los deberes y los bailes en la cocina bailando “Tiritas pa este corazón partío”. Pienso que no es fácil ser madre.
Siguen sonriendo. Veo mucha ilusión en esas miradas. Me
hablan inmensamente de las ganas de que “La Rara” crezca.
“Este es el primer proyecto juntas, en nombre de La
Rara, pero sabemos que esto va seguir”- Dice Rocío
Van con pausa, están germinando, están disfrutando de
todo y creo que por eso sonríen. Hay
verdad y amor. Hay ganas.
Nos despedimos y llegan Lucas y el papá. El joven director escénico lleva botas amarillas y paraguas nuevo, creo que desde su
carrito de cuatro ruedas siente que ha ganado un Max, y pienso que ahí está el
sentido.
“Yo no quiero ser moderna, quiero ser feliz” - Recuerdo la frase de Rocío en la obra.
Si yo fuera madre querría ser como ellas, mujeres que perdonan, que son perdonadas, que ladran y aúllan escena, que dan calor y amor, que bailan en discotecas de parques de bolas o que cantan sobre columpios. Ellas son perras que resisten, que aman más que paren y que paren todo lo que aman. Pero sobre todo, hacen lo que les sale del coño.
Nieve Castro- @nievcas
Rocío y Julia en el Gallo Rojo a primeros de noviembre -LA RARA- Sitio web: www.larara.net Instagram: @colectivolarara Facebook: @somoslarara Youtube: Si yo fuera madre SI YO FUERA MADRE ROCIO HOCES DAVID MONTERO JULIA MOYANO Domingo 15 de noviembre de 2020 A las 16.00h en el Teatro TNT (Sevilla) |
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